jueves, 3 de julio de 2014

Las personas con empleo indefinido y a tiempo completo han dejado de ser la mayoría de la población asalariada





Las cifras del paro muestran que en junio de 2014 sólo el 49,5% de las personas asalariadas tienen un empleo indefinido y a tiempo completo, mientras que el 50,5% restante tienen un contrato temporal o una jornada parcial no deseada. Se confirma así el enorme deterioro que está sufriendo la calidad del empleo en España: por primera vez en nuestra historia las personas con contrato indefinido y a tiempo completo ya no son la mayoría de la población asalariada.
CCOO considera que, a pesar de la reducción del paro registrado en junio (122.684 personas) ,todavía hay en nuestro país 3.122.289 mujeres y 2.778.691 hombres inscritos como demandantes en las oficinas del SEPE, de los cuales 4.449.701 están dentro de la categoría de parados registrados. Una situación socialmente insoportable que afecta con especial virulencia a las mujeres porque siendo el 46% de la población activa soporta el 53% del desempleo.

Aumenta el número de ocupados pero solo a través de la contratación temporal y a jornada parcial, que es una forma espuria de reparto de los puestos de trabajo, tanto en número de horas de jornada como de rotación de las personas por los mismos.

Lo más destacable para CCOO es el cambio que se ha producido en 2014: el colectivo mayoritario de la clase trabajadora era el que tenía empleo de más calidad -empleo estable a jornada completa- que se consideraba como la situación normal mientras que las fórmulas precarias eran excepciones, que además tenían que estar justificadas y obedecer a una causa. Esto ya no es así, pues solo el 49,5% de las personas asalariadas pertenecen a este grupo, y se pone en cuestión la calidad de una incipiente recuperación de la actividad que se basa en la precariedad laboral y genera más desigualdad social.

Asimismo, la protección a los desempleados no deja de caer: cada vez menos personas tienen cobertura y la cuantía de la prestación disminuye; hoy está en apenas 814,2 euros al mes. El gasto en prestaciones por desempleo cada vez es más bajo. En los cinco primeros meses del año el gasto es  inferior en 2.239 millones de euros al de 2013, un recorte que previsiblemente superará los 5.000 millones en el conjunto del año. Las personas desempleadas son las que van a pagar con su desprotección una cifra similar a la rebaja fiscal del año 2015.

Es necesario y urgente un cambio de orientación en la política económica y laboral, aquí y en la UE, que deje atrás las políticas de austeridad y recortes y apueste de forma decidida por el crecimiento. Una nueva estrategia económica que recupere el dialogo social como un instrumento básico y cuyo primer resultado debería ser un plan de empleo con prioridad hacia los jóvenes y los parados de larga duración, y que actúe de forma urgente para  mejorar la protección a los desempleados, especialmente de los casi 800.000 hogares en los que viven un millón y medio de personas sin ingresos laborales (salario, prestación, subsidio o pensión).

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