martes, 17 de abril de 2012

Respuesta de CCOO a las declaraciones de Beteta


CCOO considera que las declaraciones de Beteta le inhabilitan para su función y no ha tenido más remedio que rectificarlas públicamente mediante carta dirigida a CCOO y al resto de sindicatos de la función pública pidiendo disculpas por la "descontextualización de su frase".

El secretario de Estado de Administraciones Públicas carga contra los funcionarios y los señala como vagos y vividores:
No habrá amnistía para los funcionarios como la declarada por el Gobierno para los defraudadores. Esos señores con manguitos que pese al "privilegio" de tener un puesto de trabajo fijo, estafan y defraudan a la ciudadanía española tomando constantemente "cafelitos" y leyendo el periódico escudados tras el cartel: "Vuelva Vd mañana".

Esa es la visión que promueve el nuevo secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, diciendo que "los funcionarios tienen que olvidarse de tomar "cafelito" y leer el periódico". El máximo responsable de la Función Pública española tras el ministro Montoro, en un alarde de irresponsabilidad y despropósito recurrió ayer a los viejos tópicos con los que se caracteriza al personal al servicio de las administraciones públicas desde tiempos de Mariano José de Larra.

La Federación de Servicios a la Ciudadanía (FSC) de CCOO considera estas declaraciones un doble error porque quien habría de ser el máximo valedor del papel de los servidores civiles del Estado los señala y culpabiliza en plaza pública ahondando en el desprestigio de lo público y en la desincentivación de este personal largamente maltratado antes, durante y después de la crisis. Sus palabras le inhabilitan personalmente para ejercer con un mínimo de rigor, objetividad y ausencia de prejuicios la responsabilidad ministerial para la que ha sido designado. 

Es a todas luces evidente que Beteta no es usuario de los servicios públicos contra los que carga, pues solo una persona que jamás ha sido atendida por la sanidad pública o cuyos vástagos no conocen ni de lejos la enseñanza en una escuela o universidad pública, o que jamás ha tenido que recurrir a los servicios públicos de emergencias, puede tener una caracterización tan plana, cargada de prejuicios e injusta, sobre las personas que sirven a sus conciudadanos desde la esfera pública, según FSC-CCOO.

Esta federación de CCOO opina que el ministro Montoro, responsable tanto de Hacienda como de Administraciones Públicas, debería cesar con carácter fulminante a este personaje que se ha caracterizado, a lo largo de su trayectoria en los distintos gobiernos de los que ha formado parte, por cargar contra todo lo público y por perseguir a los trabajadores, trabajadoras y a sus sindicatos de clase, desde la soberbia, la ignorancia y la prepotencia.

La actuaciones de Beteta desde su llegada al ministerio en relación con el personal funcionario han consistido en una convocatoria de la Mesa General de Negociación de las Administraciones Públicas en la que les ocultó información a los sindicatos, en concreto la ampliación de jornada a 37,5 horas semanales, incumpliendo así el Estatuto Básico de los Empleados Públicos (EBEP).

Y, posteriormente, en una segunda convocatoria del mismo órgano, conculcando la distribución competencial del EBEP y designando el carácter básico de la jornada de 37,5 horas para el conjunto de las administraciones. Con esta designación, para la que no tiene competencia, ignoró nuevamente que la jornada de 37,5 horas semanales se está realizando ya con carácter general, e invadió las competencias de las comunidades autónomas y los ayuntamientos.

Desde su llegada al ministerio, Beteta, seguramente siguiendo el ejemplo del presidente del Gobierno que ningunea y ni recibe ni contesta las misivas de CCOO y UGT, no ha contestado a la carta de las federaciones del Área Pública de CCOO y UGT solicitando una reunión. Son estas federaciones quienes ostentan la mayoría absoluta de la representación sindical en la Función Pública, por mucho que algunos medios de comunicación señalen constantemente al sindicato de funcionarios como el más representativo. Eso es falso porque es CCOO el sindicato más representativo en este ámbito, mientras CSIF lo es solo entre el personal funcionario de la Administración General del Estado. 

Para terminar de constatar su falta de respeto a las normas de juego democráticas, el señor Beteta sí se ha reunido en repetidas ocasiones tanto con este sindicato de funcionarios tan afín a su partido, como con la organización sindical de altos cargos de la Administración del Estado, quienes, curiosamente a pesar de consumir el 90% de las partidas de productividad de los distintos ministerios, sí tienen tiempo de tomar "cafelitos" y de leer distintos periódicos.

FSC-CCOO espera que Beteta, procedente del "tea-party" madrileño y antiguo miembro destacado de distintos gobiernos de Esperanza Aguirre, cumpla su cometido, que no es otro que el de meter en cintura los presupuestos de las comunidades autónomas y los ayuntamientos, y deje que personas con mayor capacidad, respeto y conocimiento de la Función Pública española sean quienes se pongan al frente de la aplicación, desarrollo y cumplimiento del Estatuto Básico del Empleado Público. Y recuerda esta federación de CCOO que el PP apoyó su redacción y aprobación en Cortes y que habría de ser, junto con la vindicación del papel de lo público y de la defensa y promoción de los intereses de las personas a su servicio, el cometido principal del señor Beteta.

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